"Primero hice Olvidados, que fue mi primera ficción como productora. Y ahora tengo este proyecto (documental) que, pese a que va a ser pequeño, claramente se ha vuelto un gigante. Estoy muy feliz”, explicó.
La semana pasada, la actriz visitó por unas horas La Paz. "Después de haber estado, básicamente los últimos meses, en Siria, en medio de la guerra, necesitaba alimentarme del amor de la familia”, señaló al explicar el principal motivo de su arribo a Bolivia.
La nueva producción en Siria está dedicada al papel de la mujer en la guerra. "Las mujeres, en general en el mundo, estamos pasando un momento histórico. Tenemos que decidir tomarnos de las manos todas, dejar de hablar de las diferencias y de nuestra posición como sexo femenino y hablar de nuestro poder como seres humanos femmes. Y tomar acciones reales para cambiar el mundo porque lo podemos hacer”, dijo.
Para realizar su trabajo, Ortiz tomó como centro de operaciones la ciudad de Beirut, Líbano. "(En Siria) no puedes estar más de 15 días a la vez”, aclaró. "Muchas veces hay explosiones, bombas suicidas que están interrumpiendo los caminos a las ciudades... no te puedes quedar y tienes que buscar otro lugar”.
En esos escenarios de guerra, la boliviana conoció los extremos de la naturaleza humana. "Hemos trabajado en campos de refugiados en Turquía, en Líbano. Y en Francia, con gente que lamentablemente no puede regresar a su país”.
Una experiencia en un escenario bélico puede cambiar la perspectiva sobre la vida. De pronto, las grandes preocupaciones que aquejan a la gente en este lado del mundo, como llegar a tiempo al trabajo, se tornan banales. "Yo no digo que sean menores pero, cuando los comparas con los problemas de un país que se encuentra cinco años en una guerra injusta; donde sencillamente agarran a las niñas, las secuestran, las violan o las esclavizan; donde a los niños les cortan las cabezas; donde no existe una explicación para estas atrocidades, te das cuenta que esos son verdaderos problemas”.
Todo el tiempo de su estadía estuvo en una situación límite. "Nunca te das cuenta de lo terriblemente peligroso que puede ser hasta que estas ahí. (Pero la experiencia) te ayuda a apreciar la vida. Lo más importante es que te enseña a amar de verdad”.
Ahora Ortiz considera que en este lado del mundo se conoce muy poco de Siria, o en realidad, no se conoce nada. "Los sirios son gente fascinante, son gente muy culta, muy buena, muy dulce, muy cálida y muy abierta. Es uno de los pocos países del Medio Oriente donde la mujer decide si se cubre o no, donde tiene derecho a estudiar, donde tiene cargos importantes en política. Es un país donde la mujer es muy fuerte, hay un matriarcado muy fuerte”, afirmó al señalar que, justamente, ese país tiene a una mujer como vicepresidente.
"A nosotros nos han enseñado los medios de comunicación grandes como CNN, BBC, etcétera, que Ásad es el demonio. En realidad el padre de Ásad fue la persona que, cuando tomó el poder, decidió crear un estado laico, secular. Es entonces cuando comienza el conflicto con Arabia Saudita. Ellos no aceptan, que Siria, la nación más antigua del Medio Oriente, no sea un estado musulmán. Ahí comenzó el ataque a Siria. No te estoy diciendo que no haya sido una dictadura y (haya habido) abuso de poder, por supuesto”, aclaró.
Todas estas experiencias serán reflejadas en el documental, que ahora está en fase de postproducción. El filme fue rodado en árabe e inglés y tiene partes en español. El estreno está previsto para inicios del próximo año.
"Por supuesto lo vamos a estrenar también en Bolivia porque es una coproducción boliviana”, concluyó la productora.
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